martes, 24 de mayo de 2011

ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LAS DIFICULTADES EN LECTURA

Si vuestro hijo no lee de forma adecuada es probable que os sirvan algunas de estas estrategias.


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         A continuación, se muestran algunos errores más comunes en la lectura de los niños. Algunas de estas estrategias van dirigidas a una intervención individual y otras pueden ser aplicadas dentro del aula.
·        Omisiones: Olvidan leer una letra, sílaba, palabra o incluso una frase.
      Lee: “mi hermana tiene seis año_“

·        Adiciones: añadir letras, sílabas o palabras al texto que se está leyendo.
      Lee: “las casa de mis tíos”

·        Sustituciones: leer una letra, sílaba o palabra por otra.
      Lee: “me acerqué al perro con cierto tambor” (en lugar de temor)

ESTRATEGIA: Entrenamiento.

   Se premiará con una ficha cada dos, tres o cuatro palabras bien leídas: favorecerá el incremento de su atención en la lectura y los errores se reducirán. Después de varias frases se detendrá la lectura y se cambiarán las fichas por algún premio previamente acordado.


·       Dificultad ante algunos grupos consonánticos como: tr/bl/pr/bl.

ESTRATEGIA:

Detenerse diariamente unos minutos a leer tarjetas que contengan palabras con estos grupos consonánticos. Se juega a visualizar las letras y se representan por escrito sobre la mesa, con el dedo, etc.


·        Comprensión lectora deficiente: se traduce en una mala comprensión de textos escritos (      ), o comprensión deficitaria de las instrucciones que acompañan a las tareas.
     
ESTRATEGIA:
            Conviene entrenar al niño para que, ante cualquier instrucción escrita, rodee con un círculo la palabra o palabras que le indiquen la acción o acciones que tiene que llevar a cabo para resolver la tarea. Por Ej. Une las palabras de la derecha con las de la izquierda y tacha las que  sobran.


·        Desmotivación ante la lectura: a menudo por fatiga, fracasos anteriores o por la misma dificultad que conlleva mantener la atención ante tareas largas.


ESTRATEGIA:

Entrenar al niño mediante textos muy cortos, interesantes y con opciones atractivas de respuesta (dibujos, respuestas múltiples, juego de preguntas y respuestas, inventar título…) Premiar al finalizar.

·       Para los que rechazan leer.

ESTRATEGIA:

Es importante iniciarse de nuevo con la lectura a través de textos muy cortos, escogidos por el mismo niño y a través de acuerdos con el educador (después de realizar la lectura obtendrá un privilegio)

Lectura compartida.

El niño comparte la lectura con el educador o con otros niños. El educador empieza leyendo mayor cantidad de texto que el niño (le dice. “tú leerás las dos primeras palabras de cada frase”), gradualmente se irá reduciendo la participación del adulto para que el niño acabe leyendo solo. Se puede iniciar también leyendo una palabra cada uno, después una frase, un párrafo, una página… hasta conseguir que el niño lea solo.


Cuando el rechazo se produce ante el hecho de leer en grupo.

Se puede acordar previamente con el mismo niño qué fragmento de la lectura le corresponderá. De esta manera podrá llevar a cabo un entrenamiento previo y no únicamente se conseguirá que lea ante sus compañeros, sino que produzca una lectura con menor número de fallos, más segura y con un tono de voz más elevado.
Muy importante. Con acciones de este tipo se favorece una buena autoestima.

·       Lectura lenta, “silabeada” o precipitada.
ESTRATEGIA:

Utilizar un metrónomo para evitar el silabeo o la precipitación.

Se empezará leyendo o una velocidad muy lenta para ir incrementándola. Primero, cada ritmo marcará una sílaba para marcar palabras más adelante. En el caso de lectura precipitada que no respeta los signos de puntuación, se puede marcar la siguiente norma: “se dejará pasar un ritmo delante de las comas, dos delante de los puntos y tres delante de los puntos y aparte”.

Entrenamiento diario en lectura cronometrada para aumentar la velocidad.

El niño lee durante un minuto y se marcará con una línea hasta donde llega. Vuelve a leer el mismo texto otro minuto y se marcan dos rayitas, finalmente se vuelve al inicio y se cronometra otro minuto y se marcan tres rayitas. Se contará el número de palabras leídas durante cada minuto anotándolo en su registro. Normalmente se registrará un mayor número de palabras en el tercer minuto, superando los dos anteriores, aspecto muy gratificante para el niño.
Este esfuerzo por parte del niño ha de ser elogiado o premiado.

·        Pérdida ante la lectura. Sobre todo se manifiestan durante la lectura grupal en clase, cuando ante la demanda del profesor para que lean responden: “¿por dónde vamos?”
ESTRATEGIA:

Cartón señalador.

Permite el uso de un cartón plastificado, que puede confeccionar el mismo niño y que situará bajo las líneas del texto a medida que se vaya leyendo, con el fin de evitar tantas pérdidas y ayudará al niño a que no le resulte tan dificultoso incorporarse a la lectura una vez “vuelve” de la distracción. Recordemos que el niño inatento le cuesta mucho evadirse de los estímulos externos mientras lleva a cabo cualquier otra actividad.


Acuerdos previos.

Estos pueden volver a ser aquí muy efectivos. Saber previamente qué parte del texto le corresponde leer incrementará su nivel de atención durante la lectura en grupo.
           




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